Majadahonda, 19 de enero de 2008
Somos más para gloria de Dios
El Señor reunió esta vez a catorce familias, tres de ellas asistían por primera vez. Un total de 22 padres y 29 hijos. ¿Os dais cuenta de la obra que Dios está haciendo?
Comenzamos alabando al Señor como Él se merece. Bueno se merece mejor, pero iremos mejorando poco a poco en la participación sobretodo de los más jóvenes.
¡Jóvenes!: esto es una indirecta directísima.
Para Dios sois muy importantes y El os mira enternecido con ojos de Padre y disfruta con vosotros, con vuestra oración, con vuestra alabanza.
Los cantos los dirigieron una vez más nuestros jóvenes, por cierto estupendamente, y el Señor nos dio una Palabra: 1 Co 15, 1-10.
En esta Palabra, Pablo nos recuerda que debemos permanecer firmes en el Evangelio y habla de su propia experiencia. Él se consideraba como el último de los Apóstoles e indigno de serlo pues había perseguido a la Iglesia anteriormente. Pero fue tocado por la gracia de Dios y, desde entonces, trabajó duramente por el Reino. Y no se pone medallas, reconoce que no es mérito suyo “sino de la gracia de Dios que está conmigo”.
De esta manera el Señor también nos llama a nosotros a trabajar por su Iglesia “activando” los
dones y carismas que nos ha regalado. Todo lo que hemos recibido gratis, démoslo gratis a tanta gente necesitada haciendo crecer su Iglesia.
¿No es esto una foto de FIAT?
Tras la oración nos distribuimos como siempre por grupos de edad y los mayores recibimos una motivación sobre la comunicación en pareja impartida por nuestros hermanos Maxi y Maribel.
Nos recordaron que cuando nos casamos tomamos la decisión de amar al otro, que la comunicación es la única vía de que el otro conozca mis sentimientos, cómo me encuentro y así podremos entender mutuamente nuestras actitudes.
También nos dijeron que es importante diferenciar entre “sentimientos” y “pensamientos”.
Terminamos con una dinámica que consistió en redactar una carta de sentimientos del uno para el otro donde nos teníamos que expresar lo que nos encanta del otro y lo que nos gusta de nosotros mismos.
Por último, compartimos las viandas entre todos mientras dialogábamos animadamente.
¡¡GLORIA A DIOS!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario