Celebramos una Eucaristía de Acción de gracias por Mauricio.
Presidió el abad del Monasterio de la Trinidad (Padre Alberto), quien nos explicó de una manera muy sencilla cómo un cristiano celebra el paso de la vida al Padre. No es el final, es el principio, pues comienza una vida plena en Él, volvemos al Padre, a nuestros orígenes.
Para los que quedamos aquí, sólo es una separación temporal, pues llegará el día en que nos volveremos a encontrar y disfrutaremos todos juntos y para siempre de la Gloria de Dios.
El Padre Alberto nos compartía que Mauricio le había dicho que estaba preparado para encontrarse con Dios y que siempre había ansiado encontrarse con el Padre.
Raquel, junto con sus cuatro hijos, compartió con todos los que allí estábamos una preciosa oración dando gracias por el regalo de Mauricio en su vida.
La Comunidad Caná y Familias Invencibles, transmitimos este mensaje:
“Vivir en la Verdad. Vivir en el Amor. El Amor que vence a la muerte.
Esto es lo que contemplamos hoy al mirar a la FAMILIA de Mauricio y Raquel.
Una familia sagrada, como todas las nuestras, habitada por Dios.
Desde Galicia, con todas las Familias Invencibles de España, queremos hacer resonar en vuestros corazones las palabras de Anxo, que -como Mauricio ahora-, nos decía hace ocho años:
"Nadie me quita la vida; yo la entrego libremente para la salvación de muchos".
Durante su enfermedad, Mauricio nos decía lleno de paz: “tenemos que saber que somos de Jesús”.
Estamos viendo la Gloria de Dios.
Bendigamos a Dios por su historia de Salvación con todos nosotros. Una historia que no tiene fin hasta que Dios sea todo en todos.
Hoy, unidos, damos gracias y pedimos con total confianza a Dios, pues sabemos que...
Aquél que la buena obra empezó, será fiel en completarla en ti, Raquel y en vuestros hijos.
En esta celebración se cumple en nosotros una Palabra: "Familias de la tierra, la salvación está más cerca que cuando empezamos a creer". Porque hemos visto a un hombre -tan solo un hombre- entregar la vida como lo hizo Jesucristo, con dolor y con amor, con el sentido de una ofrenda.
Mauricio...., Anxo y otros que han entregado su vida antes que nosotros, fortalecen nuestra Fe y nos dicen: ¡Yo sé que mi Redentor vive y me llama a la Vida!
Gracias, Mauricio y Raquel.
Gracias, Señor de la Vida, que nos llamas a todos a la Esperanza.”
¡¡JESUCRISTO VIVE Y ES EL SEÑOR DE NUESTRAS VIDAS!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario