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InfoFiat Nº 35


Diciembre de 2011

LAS OBRAS QUE HAGO EN NOMBRE DE MI PADRE DAN TESTIMONIO DE MÍ.
 
Le rodearon los judíos, y le decían: « ¿hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.» Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.” (Jn 10, 24-30)
 
Nuestra torpeza y obcecación nos impide ver la obra de Dios en nosotros y en las vidas de los demás. Es como si necesitáramos una llamada de teléfono “hola soy Dios, te llamo para decirte...” para darnos cuenta de que Dios está pensando en mí y hace cosas por mí cada día. Dios nos dice “te conozco, te doy la vida eterna, nadie te arrebatará de mi mano” ¿Qué más necesitamos? Sencillamente, creérnoslo. Es tiempo propicio para pedir a Dios que fortalezca nuestra fe, que el próximo día 25 que celebramos el nacimiento de Jesús, sea también nuestro nacimiento a una vida nueva en la que empecemos ya a vivir un anticipo de lo que nos tiene reservado y que nunca se acabará. ¡ES GRATIS!

PizarraDurante la oración, hijos y padres fuimos diciendo lo que Dios es para nosotros. Poníamos una condición: la palabra tenía que empezar por una letra concreta.









La enseñanza de los adultos la impartieron Pepe y Angelita. Muchísimas gracias por vuestro compartir

Siguiendo con las catequesis preparatorias para el Encuentro de familias con el Papa en Milán, nos hablaron sobre el tema LA FAMILIA VIVE LA FIESTA.

Concluyéronse, pues, el cielo y la tierra y todo su aparato, y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó.” (Gn 2, 1-3)

Dios bendijo el séptimo día y lo consagró. Así nosotros también debemos de consagrar el domingo como una ofrenda a Dios, el domingo le corresponde, es suyo.

De este modo, que todo lo que hagamos en ese día esté especialmente dedicado a Él. La celebración es algo que tiene que estar muy presente en el cristiano. El señor quiere que disfrutemos de una vida en plenitud. Sin embargo, son más habituales los fines de semana donde lo que importa es la diversión, o mejor dicho, la evasión; cada uno hace lo que le apetece y se pierde la dimensión familiar.

Cuando nuestros hijos son pequeños, época en que absorben todo, es especialmente importante celebrar la fiesta porque irá calando en ellos y quedará grabado en sus corazones.
El domingo, es el día por excelencia para la celebración y la fiesta. En la celebración, nos adaptaremos a las edades de nuestros hijos, sin perder de vista, que es un día dedicado a Dios.

Estamos en Adviento y es un tiempo precioso para aprovecharlo con los niños, explicándoles qué es lo que estamos viviendo, por qué hacemos ciertas cosas y haciendo que participen activamente en ellas.

Por ejemplo, al poner la Corona de Navidad en nuestra casa, cada niño hará algo: poner el mantel, la corona, encender las velas, leer una oración, cantar un canto, etc.
 
P1030394_r En la familia, hay muchos momentos propicios para la celebración (sacramentos, cumpleaños, Pascua, Navidad, aprobar exámenes...). Son momentos que podemos aprovechar para enseñar a nuestros hijos a ser agradecidos con Dios y a vivirlos como acontecimientos especiales donde la familia se reúne y vive la fiesta.
¡AMÉN!

1 comentario:

  1. Hola familias, que bonita palabra de Dios para creérnosla de verdad, a mi el sábado pasado el Señor me confirmó de nuevo una cita en la biblia que dice:

    "Escucha Israel el Señor es nuestro Dios..."dt 6,4-9.

    BENDITO SEAS SEÑOR!!!

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