Empezamos el nuevo curso muy agradecidos
Julio y agosto son dos meses en los que nos permitimos una pequeña licencia: Fiat está de vacaciones. Nuestros hijos dejan de tener clase y, aunque nosotros seguimos oyendo el despertador cada mañana, nos levantamos de otra manera. En nuestra casa se empiezan a respirar otros aires. Aires de descanso, de playa, de montaña y también ese aire tan oxigenado que Dios tiene reservado a nuestra familia en el Encuentro de verano.
La mayoría de las familias Fiat pudieron asistir al que celebramos este año en Mondoñedo. El Encuentro de verano se ha convertido en algo vital para muchas familias. Así lo compartimos en esta reunión de Fiat que celebramos el día 26.
En lo relativo a la familia, el termómetro para nosotros –padres- son nuestros hijos. Cuando vemos que nuestros hijos se interesan y nos preguntan “¿cuándo va a haber Fiat?” y los vemos disfrutar, participar, orar, es señal de que tenemos una buena temperatura espiritual y estas reuniones son buenas para ellos.
Empezamos nuestra oración y nuestros corazones alababan a Dios reconociéndole como el único digno de alabanza y Señor de nuestras familias.
De repente, varios hermanos propusieron hacer una acción de gracias y todos confirmábamos que en nuestro interior ardía también ese deseo.
GRACIAS, JESÚS:
- Por volvernos a encontrar las familias
- Por la fe que nos alienta a evangelizar
- Porque cada día es nuevo y el sol sale todos los días
- Por nuestra familia y por la familia del Pueblo de Dios
- Por nuestros pastores
- Por dejarte conocer
- Por el Encuentro de Mondoñedo
Y nuestros “peques” también daban gracias a Dios
- Por ser una familia unida
- Por estar reunidos hoy aquí
- Por lo que aprendemos en el colegio
- Por el amor que nos das
El Señor nos daba esta Palabra:
“El motivo de nuestro orgullo es el testimonio de nuestra conciencia, de que nos hemos conducido en el mundo, y sobre todo respecto de vosotros, con la sencillez y sinceridad que vienen de Dios, y no con la sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios.” (2Co 1,12)
El Señor nos había demostrado, a través de las oraciones de nuestros hijos, cómo debíamos conducirnos por este mundo y nos lo ratificaba con su Palabra. “¡Deja toda la sabiduría que crees que tienes y compórtate con la sencillez y sinceridad que viene de mí!” Nuestros hijos nos dieron una lección de sencillez, de confianza, poniendo en manos del Padre todo aquello que les preocupa, sabiendo que Él con su infinita misericordia se va a ocupar de ellos.
Con ese clima, empezamos a pedir al Señor cosas y cosas y más cosas. Se marchó nuestro Dios con la mochila cargada de nuestras peticiones y nosotros nos quedamos muy liberados porque lo habíamos puesto todo en Él.
También tuvimos momentos de compartir, especialmente lo que habíamos hecho durante el verano. Los jóvenes ayudaron en los talleres de los más pequeños y los preadolescentes recibieron una catequesis sobre la oración.
GLORIA A DIOS
La mayoría de las familias Fiat pudieron asistir al que celebramos este año en Mondoñedo. El Encuentro de verano se ha convertido en algo vital para muchas familias. Así lo compartimos en esta reunión de Fiat que celebramos el día 26.
En lo relativo a la familia, el termómetro para nosotros –padres- son nuestros hijos. Cuando vemos que nuestros hijos se interesan y nos preguntan “¿cuándo va a haber Fiat?” y los vemos disfrutar, participar, orar, es señal de que tenemos una buena temperatura espiritual y estas reuniones son buenas para ellos.
Empezamos nuestra oración y nuestros corazones alababan a Dios reconociéndole como el único digno de alabanza y Señor de nuestras familias.
De repente, varios hermanos propusieron hacer una acción de gracias y todos confirmábamos que en nuestro interior ardía también ese deseo.GRACIAS, JESÚS:
- Por volvernos a encontrar las familias
- Por la fe que nos alienta a evangelizar
- Porque cada día es nuevo y el sol sale todos los días
- Por nuestra familia y por la familia del Pueblo de Dios
- Por nuestros pastores
- Por dejarte conocer
- Por el Encuentro de Mondoñedo
Y nuestros “peques” también daban gracias a Dios
- Por ser una familia unida
- Por estar reunidos hoy aquí
- Por lo que aprendemos en el colegio
- Por el amor que nos das
El Señor nos daba esta Palabra:
“El motivo de nuestro orgullo es el testimonio de nuestra conciencia, de que nos hemos conducido en el mundo, y sobre todo respecto de vosotros, con la sencillez y sinceridad que vienen de Dios, y no con la sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios.” (2Co 1,12)
El Señor nos había demostrado, a través de las oraciones de nuestros hijos, cómo debíamos conducirnos por este mundo y nos lo ratificaba con su Palabra. “¡Deja toda la sabiduría que crees que tienes y compórtate con la sencillez y sinceridad que viene de mí!” Nuestros hijos nos dieron una lección de sencillez, de confianza, poniendo en manos del Padre todo aquello que les preocupa, sabiendo que Él con su infinita misericordia se va a ocupar de ellos.
Con ese clima, empezamos a pedir al Señor cosas y cosas y más cosas. Se marchó nuestro Dios con la mochila cargada de nuestras peticiones y nosotros nos quedamos muy liberados porque lo habíamos puesto todo en Él.
También tuvimos momentos de compartir, especialmente lo que habíamos hecho durante el verano. Los jóvenes ayudaron en los talleres de los más pequeños y los preadolescentes recibieron una catequesis sobre la oración.
GLORIA A DIOS
Fue un encuentro muy precioso, se notaba que el Señor estaba presente en cada familia. La oración fue un acercarse directamente a hablar con Dios. Fue muy jugoso la participación de todos los hermanos. Como se ve que hay familias que oran juntas en casa, esos frutos se reflejan cuando todos estamos unidos.Después de la oración tendría que venir la enseñanza, pero los responsables vieron que para ser el primer encuentro de este curso, era mejor compartir la experiencia de cada uno en el verano, y realmente fue enriquecedor. Los terstimonios fueron tan grandes que nos sirve de gran ayuda en nuestro crecimiento. Y por último comnpartir las delicias de la cena; se reflejaba una fraternidad y acogida muy grandes. Que raro encontrar fuera de estos lugares.
ResponderEliminarDoy gracias a Dios de haber estado con todas las familias.