“El que se alabe que lo haga por conocerme ”
Majadahonda, 31 de enero de 2009
Así dice Yahvé:
No se alabe el sabio por su sabiduría,
ni se alabe el valiente por su valentía,
ni se alabe el rico por su riqueza;
mas en esto se alabe quien se alabare:
en tener seso y conocerme,
porque yo soy Yahvé, que hago merced,
derecho y justicia sobre la tierra,
porque en eso me complazco-oráculo de Yahvé-. (Je 9, 22-23)
No se alabe el sabio por su sabiduría,
ni se alabe el valiente por su valentía,
ni se alabe el rico por su riqueza;
mas en esto se alabe quien se alabare:
en tener seso y conocerme,
porque yo soy Yahvé, que hago merced,
derecho y justicia sobre la tierra,
porque en eso me complazco-oráculo de Yahvé-. (Je 9, 22-23)
Así de contundente nos hablaba el Señor en nuestra última reunión.
A menudo tenemos tentaciones de vanagloriarnos cuando las cosas nos salen bien. Y no sólo eso. También tenemos tendencia a reconocer nuestros méritos cuando pensamos que tenemos lo que tenemos gracias a nuestros esfuerzos: un hogar, una familia, un trabajo, un grupo de familias para compartir...
El Señor nos recuerda que nada es nuestro, nada nos pertenece, todo es puro don y puro regalo. Lo único importante es Él y, por eso, debemos estar alegres por conocerle.
Después de la oración nos dividimos por grupos.
Esta vez los jóvenes no tuvieron grupo y se ocuparon de los más pequeños. Trabajaron sobre el pasaje bíblico del Arca de Noé. Leyeron la Palabra en una Biblia adaptada para niños y representaron en un mural el Arca con las distintas especies.
Nuestros hijos “medianos” continuaron con el tema de la creación. También meditaron sobre la fábula de la zorra y las uvas. Para los que no estuvísteis podéis leerla más abajo.
Os proponemos una sopa de letras para que traigáis hecha para la próxima reunión. (Ver más abajo)
Los adultos recibimos una enseñanza: “Crecer en el amor”.
Se nos hablaba de tres componentes fundamentales sobre los que hay que trabajar para que nuestro amor conyugal vaya creciendo:
- COMPROMISO
- AMISTAD
- PASIÓN
Conviene que reflexionemos sobre cuál de estos pilares debemos de trabajar más.
La Eucaristía, la oración y la lectura de la Palabra es una dieta estupenda para el crecimiento del amor conyugal.
Hicimos unos test sobre la relación afectivo-sexual y sobre aspectos cotidianos de nuestra vida de matrimonio (tareas domésticas, trabajo, hábitos personales, cuidados de los hijos, etc.)
Por último recibíamos algunos consejos para poner en práctica:
La Eucaristía, la oración y la lectura de la Palabra es una dieta estupenda para el crecimiento del amor conyugal.
Hicimos unos test sobre la relación afectivo-sexual y sobre aspectos cotidianos de nuestra vida de matrimonio (tareas domésticas, trabajo, hábitos personales, cuidados de los hijos, etc.)
Por último recibíamos algunos consejos para poner en práctica:
- demostrarnos admiración mutua y afecto
- ser cómplices
- ayudarnos a ser independientes y responsables
- ser sinceros
- huir de la rutina
- mantener relaciones sociales
- cuidar los detalles
- pedir perdón
- manifestar los desacuerdos
Finalizamos la reunión compartiendo la cena.
¡¡GLORIA A DIOS!!
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